Pequeña narración de un viaje a Nimes

Para dar término a mis vacaciones, paso una semana en casa de mis amigos en Montpellier. Anne, la mamá, sabía que me daría gusto si íbamos a Nimes.

Ya vamos de camino, en el TER (tren exprés regional), los cuatro: Franck, Anne y su hija Manon (de 12 años).

¡Qué alegría para mí volver a re-conocer esta ciudad en la que el Padre Pernet comprendió, descubrió lo que él llamaba el « mal del obrero »!
En la ciudad, nos guía el GPS… pero resulta que (¡ay !) nos indica « Residencia Enclos Rey ». ¿Será esto? ¿Lo encontraremos?

Llegamos a la «calle del Enclos Rey » y deambulamos en ella, esperando encontrar, por mi parte, la famosa escalera simbolizada por la foto que yo tenía ante los ojos y en el corazón desde que soy Hermanita.

Cruzamos a la derecha, la calle de la « poudrière » y allí está!

Anne y Manon rápidamente van hasta arriba para sacar fotos para mí.
Tal como lo muestran estas copias , con mucho color y llenas de hermosos “tags”.

Por mi parte, me quedo a mitad de camino con Franck. Conversamos sobre la Congregación, en este lugar donde para el Padre Pernet cobró vida su intuición.
Valoré mucho vivir este momento sencillamente con mis amigos, que me habían obsequiado con este regalo que es el Enclos Rey

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Hna. Monique Mage, HA
Comunidad de Montrouge