Una danza, expresión de la oración
La Iglesia del Vietnam sigue siendo conocida hoy en día como joven, viva y dinámica, sin embargo, sufrió mucho bajo los seis reinados de los reyes vietnamitas durante trescientos años de persecución. No podemos contar nuestros mártires, que murieron por su fe en Jesucristo. Nos preguntábamos si el fuego de la fe se había extinguido con sus cenizas. No! Esta fe recibida, vivida, transmitida de generación en generación es una gracia que Dios da al pueblo vietnamita.
Como cristianos, experimentamos una gran alegría al celebrar a Dios y cantar su alabanza en cada momento de nuestras vidas. El arte ayuda a los creyentes a expresar su fe en Dios: sí, los artistas y sus obras juegan un papel importante en la vida de fe de los fieles El arte ayuda a orar, a adorar, a realizar actos de fe y a difundir esta fe. Nuestra oración puede alcanzar su cima si está acompañada por música, canto, dibujo, danza y otras obras como íconos, pintura, escultura etc.
Dios es alabado, honrado y venerado de manera especial en la liturgia, porque la liturgia tiene una considerable dimensión estética. Nosotros, los vietnamitas, amamos cantar, florecer la iglesia durante las celebraciones y las oraciones; nos gusta hacer bailes religiosos y canciones con coreografías dedicadas a la Virgen María para expresar nuestra oración y nuestro amor.
Si el canto hace posible orar con el corazón y la cabeza, «quien canta ora dos veces», dijo San Agustín, entonces un baile o una canción con coreografía permite orar con todo el cuerpo, en armonía con las palabras y la música, en el respeto del el carácter sagrado de las celebraciones litúrgicas. Al bailar y cantar expresamos nuestra oración, nuestra alegría cristiana y damos gloria a Dios. Maria Bui Nhung Hermanita de la Asunción en Vietnam
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grasias