En el espíritu de la fiesta de la Ascensión

En el espíritu de la fiesta de la Ascensión

La Ascensión (Mateo 28, 16-20)

“Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”

Con los textos de San Juan propuestos en los últimos tiempos, hemos sido llevadas a meditar, a rezar a Dios Padre y a renovar nuestra Fe en su Amor.

Recordando el Himno al Amor, dice Stéfan Thériault:

«El deseo del Padre es que toda la humanidad
aprenda a permanecer en su Amor…
Llamada a dejarse arrastrar por este camino del Amor;
a dejarse amar para amar a los demás».

Hoy, en la fiesta de la Ascensión, la Iglesia nos invita a ver a Jesús en la continuidad de su misión. Vuelve al Padre liberado de la ley del espacio y del tiempo. Deja nuestro mundo para entrar en el de Dios con nuestra carne transfigurada. Nos invita a continuar su misión. (J. Kabangu).

La última visión que tuvimos de los discípulos fue la de su huida (Mt 26, 56); ahora se postran ante Jesús; pero algunos tenían dudas, al no haber completado aún el camino de una fe que conduce a una alegría sin ambigüedades. (Mt 28,8)

«Hombres de poca fe», les había dicho Jesús (Mt 14,31). La fe sigue siendo un riesgo y es en la acción misionera donde los discípulos podrán superar sus dudas. (Mt. 19,20)
«Vayan y hagan discípulos en todas las naciones» (Mt 28,20): una misión abierta a todos los grupos humanos, sin discriminación. La persona de Jesús asume toda la historia humana. (Claude Tassin, en “El Evangelio de Mateo”).

Jesús envía a los apóstoles por los caminos del mundo en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel (Mt 10,6)

«Mientras esperamos unirnos a él eternamente, nos invita a continuar su misión en el corazón de la vida ordinaria. Logramos esto cuando, por medio del Espíritu, lo hacemos presente con nuestras palabras y gestos,cuando amamos sin contar, a su manera.
(Comentario en «Prions en Église»)

Escuchamos al Padre Pernet decir:

«Que sus actos hablen Jesucristo».

Hoy, en el espíritu de la fiesta de la Ascensión, podemos escuchar de nuevo
nuestro llamado particular como HA, re-identificarlo allí donde actualizamos
nuestro envío y nuestra misión apostólica en comunidad.

«Dios llama a toda la humanidad a vivir con Él una alianza de Amor, a entrar
en su proyecto. Su Palabra, proclamada en Jesucristo,… irrumpe en el centro
de nuestra historia» (Regla de Vida) «Llamadas también nosotras por el Espíritu,
respondemos en la fe con un corazón de discípulo». (Regla de Vida)

«El pertenecer a una Congregación apostólica internacional nos hace descubrir
la universalidad del mensaje que reúne a hombres y mujeres de todos los
continentes» (Regla de Vida)

¿Realmente quiero procurar este bien para las almas -el amor del Padre y del
Hijo- tanto en mi comunidad como en la misión?» (Directorio ).
“Para estar en la intimidad de mi alma… todo a Dios, mi Padre, como nuestro
Señor mismo, y todo a mi prójimo, iré… sin miedo ni cobardía… Para la gloria
de Dios y la salvación del mundo…” (Hna. M. Humberte, en» Misión de la HA» ).


Que este período de pandemia global tan sorprendente nos dé la oportunidad de vivir conscientemente,en Unidad Congregacional,la Misión que se nos ha confiado.


Céline HÉON, HA en Canadá

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