Para una nueva relación, real o virtual, en 2022
A principios de febrero, en París, los árboles, aparentemente vacíos de vida, ya dejan subir esa savia cálida y verde en su fuente vital, dejando entrever la inminente llegada de la primavera… Aparece una ventana de nueva Esperanza. Así fue nuestro SIJPIC, (Secretariado Internacional Justicia-Paz-Integridad de la Creación) durante dos años en videoconferencia a causa de la pandemia, quedamos reducidos al lienzo, sin espesor, color ni olor, habiendo desaparecido la carne y los huesos, nos habíamos convertido en virtuales, un sonido metálico y maquinal, un ordenador que nos enlazaba, pareciéndose muy poco a la palabra humana y menos aún al Verbo hecho carne… ¡por fin nos vimos en estos últimos días de enero, nos escuchamos y nos reencontramos con alegría!
¿Qué podemos hacer? En medio de tantos peligros, para muchos de nuestros contemporáneos, el encuentro se ha convertido en un riesgo de contaminación, el otro puede darnos la muerte, nuestro vecino puede matarnos. Sin la relación humana, dejamos de ser humanos, nos volvemos robóticos, es decir, nos matan. El encuentro, la relación humana a través de nuestros cuerpos, es parte integrante de nuestra herencia y nuestra fe. Así, poco a poco, va surgiendo este discernimiento entre la vida y la muerte, un camino inédito que la humanidad emprenderá, eligiendo un nuevo destino: porque queremos seguir vivos y ésta es nuestra vocación común.
Hoy nos hemos reunido con los Agustinos de la Asunción para nuestra reunión anual del SIJPIC. Nos alegramos mucho de volver a encontrarnos (foto del grupo SIJPIC 2022)
Justicia y Paz no es sólo ser la voz de los sin voz, sino ser su voz. Nuestro mundo se estremece y escucha en su interior el clamor de la tierra y el clamor de los pobres. Después de nuestra sesión de JPIC 2021, «un mundo en movimiento», seguimos caminando con todos los rechazados en las periferias de nuestras ciudades y de nuestros corazones, queremos caminar en las fronteras para estar seguros de encontrarlos y sobre todo de amarlos.
Siguiendo la «Laudato Si», estamos siempre llamados a vivir en nuestra casa común que es también una casa de acogida para todos los pueblos, todos pueden entrar y salir, tal es el itinerario de nuestro SIJPIC que acaba de elaborar un nuevo plan de acción 2022-2025: no será un contenedor tirado en algún lugar sino un velero que empujará sus velas hacia el mar para mirar siempre si no hay una barca ligera en la perdición. Muchos han derramado su sangre por la justicia y la paz; siguiendo sus pasos, continuamos incansablemente nuestro éxodo para entrar en la Pascua del Señor con todos los vivos. SIJPIC les desea un hermoso año lleno de brotes de Esperanza que sólo los ojos del amor pueden reconocer en medio de nuestro mundo que está siendo descubierto por aquellos que permanecen atentos a Dios y a la gente de nuestra tierra:
«¡Venga tu Reino!
Myriam Collon HA