«Luz de los hombres»- Historia de una película.
Estas grandes bobinas, contenidas en estuches fáciles de transportar, contienen una película creada a instancias de la congregación, titulada «Lumière des Hommes» (Luz de los hombres), que data de 1962..
¿Qué es esta película?
Es un mediometraje que presenta la misión y la espiritualidad de la congregación. Fue realizado por cineastas profesionales, el Sr. Dolmaire y el Sr. Lorsay, pero es el fruto de un verdadero esfuerzo colectivo dirigido en particular por la Hna. Chantal de Soras (que, en aquella época, se llamaba por su nombre religioso, Hna. Chantal du Christ), y por la Hna. Humberte Mollière (Hna. Marie-Humberte). La película dura 45 minutos y es bastante notable por su calidad y por lo que muestra de la vida de las Hermanitas en los años 50, sobre todo en su misión, y de cómo concebían la sociedad, el mundo y la fe.
Génesis de la obra:
Es difícil saber de quién y de dónde surgió la primera idea: probablemente de la propia Hna. Chantal du Christ, entonces miembro del «Servicio General de Propaganda», un servicio interno de la Congregación creado en 1947 y cuya misión, según su informe al Capítulo General de 1958, era «dar a conocer y hacer amar la Congregación y sus actividades misioneras con el fin de suscitar vocaciones y despertar en las almas una inquietud apostólica».
Este servicio se encargaba, entre otras cosas, de publicar la revista «Dans nos sillons» (remplazada en 1959 por «Horizons Missionnaires») y estaba dirigido en aquella época por la Madre Marie Saint Jean de la Croix.
Fue este mismo Capítulo General de 1958 el que «expresó el deseo de que se realice pronto, con la ayuda de las Provincias, una película que muestre nuestro apostolado misionero en los diferentes países». (Voto nº 28). Era pues natural que este proyecto se confiara al Servicio de Propaganda (que tomaría el nombre de «Servicio General de Difusión y Edición» en 1958), y más particularmente a la hna. Chantal y a la hna. Marie-Humberte.
Proceso creativo y realización de la película
La Hermana Chantal quería evitar recurrir a un director parisino, tanto por razones económicas como por miedo a no poder tener suficiente libertad para tomar decisiones sobre la película. La elección recayó en el Sr. Dolmaire y su empresa, con sede en Nancy, que le había sido recomendado por un amigo de las HA y otra congregación que había trabajado con él. La hermana Chantal vivía en Grenelle. Esta distancia geográfica entre ambos ha sido fuente de dificultades comprensibles, en una época en que ni siquiera el teléfono era tan sencillo como hoy. Pero la ventaja definitiva para nosotras es la fuente histórica constituida por las numerosas cartas que intercambiaron, que nos dan una visión cercana del proceso creativo, del mensaje que los HA querían transmitir y también de las decisiones técnicas que condujeron a la película que hoy conocemos. La Hna. Chantal las ha conservado todas: ¡un total de 300! Los archivos también contienen el contrato firmado con la empresa Dolmaire y varias fases del guion. A estas fuentes se añade un texto escrito retrospectivamente por la propia Hna. Chantal (en 1992), que tituló «Historia de la realización de la película Lumière des Hommes, 1959-1964″. Así pues, es posible seguir todo el proceso de creación de esta obra.
Por ejemplo, en un momento dado se planteó la cuestión de qué título elegir para la película. El Sr. Dolmaire empezó proponiendo «La Rivières aux Etoiles», un título que no gustó nada a la hna. Chantal. Al final, acordaron trabajar en torno a la idea de la luz. Hna. Chantal propuso varios títulos, y dijo que se había inspirado en Claudel… antes de proponer «Lumière des Hommes» (Luz de los Hombres), en referencia al texto de San Juan «En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas».
En cualquier caso, estas cartas son una oportunidad para que Hna. Chantal desarrolle en varias ocasiones lo que intenta expresar a través de esta película.
Por ejemplo, sobre el largometraje” Au risque de se perdre” (título original: “The nun’s story”, estrenada en Estados Unidos en 1957 y en Francia en 1959), una producción estadounidense dirigida por Zinnemann y protagonizada por Audrey Hepburn. En esta película, la vida religiosa se presenta de forma bastante negativa, «unilateral y bastante comercial», según el Sr. Lorsay (carta del 2 de marzo de 1960). La hermana Chantal escribe al Sr. Dolmaire después de ver la película, el 13 de febrero de 1960: «Lamentablemente, la gente pensará que todas llevamos una vida sin alegría, sin relajación, sin afecto, y en una obediencia complicada». En su texto de 1992, cuenta también la indignación que sintió al ver la película, y que cuando salió del cine con hna. Marie-Humberte, «sintió vergüenza», en el metro, ¡de sentirse mirada a través de todas las cosas que se achacaban a las monjas en su convento!”
En resumen, la idea de la hna. Chantal y la hna. Humberte era presentar la vida religiosa bajo una luz diferente, «mostrar lo mejor posible el verdadero rostro de esta Vida entregada a Dios».
El 7 de julio de 1959, mientras trabajaba en el guion, escribió también al Sr. Dolmaire: «He llegado a desear que, en nuestra película, la gente comprenda que Dios nos ama, a todos nosotros, los pobres hombres de la tierra».
Dificultades y fin de la producción
Pero aparte de la elección del título, al guion le costó arrancar. La distancia lo dificultaba todo, y la Hna. Chantal rara vez estaba de acuerdo con las propuestas del Sr. Dolmaire, que deseaba hacer una película así desde hacía mucho tiempo y, por tanto, tenía sus propias ideas sobre lo que quería hacer. Por otra parte, el alma perfeccionista de Hna. Chantal se irrita y parece desanimarse ante intentos decepcionantes y divergencias de puntos de vista. «¡Cuántas penas están detrás de esta película! exclama en una de sus cartas.
Se puede sentir en efecto la angustia que surge en la hna. Chantal, la impresión que la película nunca se hará, una tendencia a arrepentirse de las decisiones ya tomadas… También hay que intentar imaginar todas las dificultades técnicas que surgieron. Por ejemplo, se decidió pedir a las provincias que rodaran escenas de misiones para dar a la película una dimensión internacional. Pero el resultado no siempre es el esperado por hna. Chantal, y también hay dificultades relacionadas con el formato, el envío de las bobinas, la elección del blanco y negro o del color… La mayoría de las bobinas tendrán que rodarse una segunda vez después. Cada escena es cuidadosamente pensada.
A todas estas dificultades se sumó la enfermedad del Sr. Dolmaire, a quien le era cada vez más difícil viajar a París (las propias Hna. Chantal y Hna. Humberte hicieron varias veces el viaje a Nancy). Finalmente murió el 10 de febrero de 1962, tres años después de que se dieran los primeros pasos para realizar la película. Fue sustituido por su mano derecha, el Sr. Lorsay, con quien las cosas progresaron más rápidamente.
El rodaje continuó, y luego vino el largo trabajo de montaje y edición, así como «innumerables gestiones ante diversos organismos para obtener la autorización y el préstamo de trozos de sus películas o documentos que pudieran incorporarse a nuestra película para darle una dimensión misionera más amplia y una apertura al mundo contemporáneo (por ejemplo, la SNCF, la Bibliothèque Nationale, Renault…)». También tuvimos que redactar un contrato con la SACEM sobre los derechos de autor (de la música, por ejemplo) para poder distribuir después la película.
Finalmente, el Nihil Obstat fue entregado por el Padre Possidius Dauby el 4 de marzo de 1962 y el visado ministerial en octubre de 1962. Las versiones inglesa, española, italiana, neerlandesa y brasileña también requirieron mucho trabajo.
Proyecciones y reacciones
La película terminada se presentó finalmente a la Madre General (Mère Ste Elisabeth) y a 400 hermanitas en Grenelle en septiembre de 1962, y fue un gran éxito. A continuación, se realizaron numerosas proyecciones por toda Francia y el resto del mundo.
He aquí un ejemplo de carta recibida tras una proyección, por parte de un capellán de un liceo femenino: «Hemos proyectado su película a más de doscientas chicas y nuestras chicas se han enamorado de ella…(…) Es una película de gran calidad técnica: es hermosa. Tiene una gran calidad espiritual (y humana, pero van juntas): es genial».
Otro extracto de una carta:
«No me aburrí en verla, y la película evita hábilmente explotar el sentimentalismo fácil de situaciones que a veces son muy dolorosas».
Algunos comentarios fueron un poco menos entusiastas:
«La atención es un poco dispersa. El deseo de transmitir el ideal hace que la acción sea menos espontánea y un poco artificial…».
Posteriormente se programaron numerosas proyecciones, y la respuesta fue en general muy positiva. En diciembre de 1962, la película obtuvo el 3er premio en el IV encuentro internacional de la Fraternidad Cristiana, en Bélgica.
Hubo muchas más proyecciones, que se fueron haciendo menos frecuentes hasta que la película dejó de proyectarse por completo en 1969. De hecho, la película quedó rápidamente «anticuada» en una época de grandes cambios en la Iglesia. Por ejemplo, desde el momento del rodaje, se planteó la cuestión del hábito religioso, con una tendencia a la simplificación. Poco a poco, las religiosas que aparecen en la película parecen pertenecer ya a un «mundo antiguo».
No obstante, esta obra constituye un poderoso testimonio de toda una época de la vida espiritual y concreta de la congregación y de la vida religiosa en general en la época próxima del Concilio Vaticano II.
Céline Hirsch-Poynard, Archivista de la Congregación
4 comentarios
Gracias. Ha pesar que llevo ya de profesión cerca de 6O años no la había visto. He escuchado hablar de ella. Me ha gustado muchísimo, al no dominar bien el francés, hay frases que me he perdido, pero las fotos hablan por si mismas. A mis hermanas de comunidad les mostraré la peli. Seguramente que la habrán visto hace años. Porque vivo en Sarriá y has hermanitaS muy mayores. Les agradará muchísimo. Gracias a todas las hermanas que han trabajado en los archivos y por recordarnos muchas cosas que hemos vivido, y todavía los que nos tocará vivir. Mi frase favorita de hace unos pocos años es: TODO ES GRACIA, TODO ES DON.
Muy querida Céline Hirsch-Poynard.
Qué riqueza, qué linda película. Me retorna a las fuentes de mi vocación.
Estamos muy agradecidas por esta riqueza que colocan en nuestras manos y en nuestro corazón.
Muchas gracias.
Hta. Blanca Marina
Bogotá (Colombia)
Que lindo filme! Fico muito feliz em acompanhar a história da Congregação das Irmãzinhas da Assunção. Não entendo o Francês mas, as imagens falam por si só. Tenho acompanhado cada momento celebrado do Bicentenário dos Fundadores e gosto muito de conhecer mais sobre a vida de ambos que tanto nos inspira!
Volver a ver la película es remontarme a mi primer año de joven profesa. 1965. Con la película y acompañada de una hermana más mayor recorrimos pueblos y lugares en los que después de proyectar la película abríamos un tiempo de preguntas, compartir nuestra vocación y misión.
Ha sido una alegría poder volver a verla. Muchas gracias