Padre Manuel d’Alzon (1810-1880), fundador de los Agustinos de la Asunción y de las Oblatas de la Asunción

Una pasión común, Dios y los pobres

Padre Manuel d’Alzon (1810-1880), fundador de los Agustinos de la Asunción y de las Oblatas de la Asunción

Presentado a través de:


– Un retrato
– Un objeto
– Un escrito querido
– Un lugar
– Un texto del fundador
– Un manuscrito

Padre Emmanuel d'Alzon (1810-1880) Apasionado por la educación

Este retrato muestra al Padre Manuel d’Alzon con Paulin Garnier, fotografiado por Disdéri, hacia 1852-1853. Se conserva en los archivos de la Congregación en Roma.

La originalidad de esta fotografía reside en la expresión del Padre d’Alzon en su labor de educador. El Padre d’Alzon aparece sentado de perfil, con un libro abierto sobre el regazo, y a su lado está el alumno Paulin Garnier, a quien mira con amabilidad e interés.

Paulin ingresó en la Compañía de Jesús y fue misionero en Beirut, donde murió prematuramente en  el Líbano en 1893.

Un objeto del Fundador: Misal del Padre Emmanuel D'Alzon

Este Misal fue entregado a la Congregación por Mons. Jean-Augustin Germain en 1906

El Padre Manuel d’Alzon era un apasionado de la educación. Pero su misión educativa no se limitó a los colegios. En el segundo año de su ministerio sacerdotal, fue nombrado vicario general de la diócesis de Nîmes, cargo que desempeñó durante más de 40 años, siendo confirmado en esta función por los sucesivos obispos de la diócesis. También se dedicó a las peregrinaciones, la prensa, las obras sociales, etc. La celebración de la Eucaristía matutina era el centro de estos compromisos

Un escrito que gustaba al Fundador

Extracto de una carta de Sor María Eugenia (Fundadora de las Religiosas de la Asunción) al Padre d’Alzon (5 de agosto de 1844)

 

«Qué es lo que engrandece el carácter y la inteligencia en el estudio; qué es lo que coordina poderosamente todas las cosas aprendidas, les sirve de meta, de vínculo, de razón: en un sentido es una filosofía; en un sentido más amplio, es una pasión… Pasión por la fe, pasión por el amor, pasión por la realización de la ley de Cristo… »

Este escrito llama la atención sobre un concepto muy importante relativo a la educación y al estudio conocido en la Asunción: «Una filosofía, una pasión… pasión por la realización de la ley de Cristo…».

Un lugar precioso para el Fundador : Antiguo Colegio de la Asunción en Nîmes.

El padre Emmanuel se convirtió en propietario de este establecimiento en 1844. Aquí nació la congregación de los Agustinos de la Asunción. Y fue a partir de esta obra que el fundador quiso realizar su gran ambición de educación

Un escrito del Fundador

Los escritos espirituales, p. 141

«Si alguien nos pregunta qué significa para nosotros la educación, responderemos: la educación es la formación de Jesucristo en las almas, así como la enseñanza es la iluminación de las almas por el esplendor de Jesucristo. No tenemos otro pensamiento madre en las escuelas que formamos, y si alguna vez tenemos una Universalidad Católica, en su frontispicio escribiremos: ut cognoscant te te solum Deum verum et quem misisti Jesum-Christum».  (Para que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y al que tú has enviado: Jesucristo) (cf. Jn 17,3)

El ideal del Padre D’Alzon es claro y definido. Para él, los niños, los jóvenes, todos ellos, deben ser colocados en las condiciones más favorables para que Cristo pueda tomar posesión de todo su ser.

En el centro del sistema educativo del Padre D’Alzon, es fácil encontrar lo que formaba todo su pensamiento espiritual: la unión con Cristo, la formación de Jesucristo en las almas

Manuscrito del fundador :

P. Emmanuel d’Alzon, Instructions du Samedi, t-13, BT 12-13, p.3

Extracto de la primera de las diez Instrucciones sobre la educación cristiana dirigidas a los alumnos del Collège de Nîmes (curso 1876-1877).
Se trata de la segunda de las tres series de instrucciones de las «Instrucciones del sábado»

Un pequeño extracto del manuscrito de la página anterior :

« El objetivo de la educación es haceros semejantes a Dios Padre, mediante el poder de hacer el bien; semejantes a Dios Hijo, mediante las ideas cristianas; semejantes a Dios Espíritu Santo, mediante el amor a Dios y al prójimo, que es la plenitud de la ley. »

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