Historia de una vocación de Hermanita

Historia de una vocación de Hermanita

«Tú Me has seducido, Señor, y yo me he dejado seducir; tú me has dominado, tú has sido el más fuerte.» (Jr 20,7)

Nacida en el Congo,soy la tercera hija de una familia cristiana católica con 9 hijos de los cuales somos 6 mujeres y tres varones.
La historia de mi vocación es un largo camino que tiene sus orígenes en mi infancia con un fuerte atractivo por ir a la Casa de Dios para estar allí. Como dice el salmista: «lo que yo busco es habitar en tu casa, para admirar la belleza del Señor y contemplarle en su templo…»


A la edad de 9 años seguí a mi maestro de escuela que era presidente del grupo de la Legión de María; cuando llegué, me senté en la entrada de la iglesia durante el tiempo que él hacía la reunión y el rezo del rosario con los miembros de dicho grupo. Entonces él me invitó a integrarme al grupo. Con ellos aprendí el rezo del rosario; todas las mamás me decían: « Tu serás Hermana » pero en aquel momento yo no entendía demasiado lo que significaban estas palabras: «ser Hermana».


Adolescente, me comprometí en un grupo llamado «Jóvenes de la luz» (Bilengeyamwinda, en lingala).
Un grupo fundado por un obispo, Monseñor MatondoKwaNzambi, con la finalidad de ayudar a jóvenes a acercarse a Cristo, conocerle y vivir según sus enseñanzas.
Con estos jóvenes, chicas y chicos que formaban parte de este grupo, vivimos en fraternidad; por eso nos llamábamos “Ndeko” en singular o “bandeko” en plural que, según se dirija a una chica o a un chico, significa hermana o hermano.


Un día de retiro, durante la misa, el padre, capellán del grupo, predicaba, comen-tando la lectura de los Hechos de los Apóstoles capítulo 14, versículos 21 a 25 . En su homilía, el Padre se dirigió a nosotros diciendo: «puede ser que entre vosotros haya algunos a los que el Señor va a llamar para que estén a su servicio»; con ello él nos invitó a la disponibilidad frente a nuestros compromisos tomados en Iglesia.
Yo quedé conmovida ante sus enseñanzas y desde entonces buscaba saber cuál era la llamada de Dios para mí.
Continué mi formación en el Movimiento, siempre asidua y también con seriedad en mis estudios.

Ya de adulta, seguí un retiro del grupo (retiro ‘maranatha’) que tenía como objetivo: «despertar de las vocaciones», ya fuera para el matrimonio como para la vida religiosa y sacerdotal, con temas que nos ayudaran a tomar conciencia de lo que Dios había puesto en nosotros como dones y talentos a fin de poderlos poner al servicio de los demás.

Fue durante este retiro cuando tomé la decisión de comprometerme en la vida religiosa, que sería mi tierra nutricia, para ensanchar mis dones y talentos poniéndolos al servicio de los más pobres.
De base lo que me ayudó para escoger mi congregación fue :

*La vida fraterna – que me llevó a Cristo – y Cristo, El, me orientó hacia los pobres, hacia los otros.

*El anuncio de la Buena Nueva: por la animación de retiros, sesiones y acompañamiento de los jóvenes en su vida cristiana.


Busqué entonces una congregación que se ocupara de los pobres, de las personas en dificultad o una congregación que predicase la Palabra de Dios, que animara sesiones bíblicas, retiros, acompañamiento cristiano de los jóvenes en grupos y movimientos parroquiales.
Como esto se organizó en la parroquia hablé con el cura, quien me prestó un libro «La mies es abundante», donde se recoge el carisma de muchas congregaciones.
Leyendo este libro me conmovió el carisma de la congregación de las Hermanitas de la Asunción: «Procurar la gloria de Dios por la salvación de los pobres y de los pequeños».


Entré, pues, en contacto con las Hermanas después de mi bachiller, y empecé mi formación a la vida religiosa H.A en el 2004; hice mis primeros votos en la congregación el 7 de septiembre del 2008 en el Congo Democrático. Y los votos definitivos en la congregación el 9 de septiembre del 2017 en Burkina Faso/Bobo Dioulasso.


Doy testimonio de que soy feliz en mi vida de H.A, después de estos 12 años de experiencia y de vida, puedo decir que es la fidelidad de Dios la que me sostiene, la vida de oración, el amor y la amistad vivido en comunidad fraterna e inter-cultural con mis hermanas y colaboradores en la misión, la fe de todos aquellos y aquellas que comparten conmigo la vida en lo cotidiano, todo el pueblo al que soy enviada.


Mi recorrido misionero se presenta como sigue:
He estado en misión 2 años como auxiliar en jardín de infancia en Tokolalisanga en RD Congo/Kinshasa y en el 2011 fui enviada a España para hacer una experiencia misionera fuera de mi país ; de allí fui enviada a Burkina Faso del 24 de julio del 2012 hasta octubre del 2019 donde cursé los estudios de enfermería general, durante tres años, y trabajé como enfermera permanente en una clínica privada durante dos años ; por el momento estoy enviada a la comunidad del pre-noviciado a Lima, pero antes de esto, estuve en Colombia para el aprendizaje y la práctica de la lengua castellana,en la comunidad de acogidadeBogotá.

En mi compartir, quería señalar que me he apoyado mucho en la fe de mi madre en mi caminar en seguimiento de Cristo. Para terminar confío a la Virgen María, la primera en camino, todos nuestros caminos de vida y de misión, que Ella sea quien nos anime a seguir.


Hna. Marie Claire Muhika, HA

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