Etienne Pernet y Antoinette Fage

Una pasión común, Dios y los pobres

Etienne Pernet y Antoinette Fage

He aquí algunas de las características de nuestros Fundadores a traves de:

  • Un retrato

  • Un objeto

  • Escritos queridos

  • Un lugar

  • sus escritos

  • Un manuscrito

Un retrato

Antoinette

Etienne

Estos dos retratos datan aproximadamente de la misma época: 1865, año de la fundación de la congregación.

Etienne es entonces «muy delgado, de apariencia delicada, la fisonomía alargada, (…), los ojos que te leen hasta el fondo del alma» según el testimonio de una « Dame Servante » que lo conoció en 1866.

Ambos tenían unos 40 años.

Un objeto

Antoinette

Etienne

Medallón con la lista de las primeras Hermanitas
Cuadro del P. d'Alzon que estaba en la habitación de Etienne en la calle François Ier

Estos dos objetos muestran hasta qué punto Antoinette y Etienne querían sentirse cercanos a los miembros de su familia religiosa, sus hijas para Antoinette, su padre espiritual en el caso de Etienne.

Escritos queridos:

Carecemos de información sobre los escritos queridos por los fundadores. Por tanto, debemos hacer suposiciones sobre citas o extractos que pudieron afectarles o conformar su personalidad o espiritualidad. He elegido en los dos casos cartas en las que el padre espiritual de cada uno de los dos fundadores (el Padre Pernet en el caso de Antoinette, el Padre d’Alzon en el caso de Etienne) les asegura y tranquiliza sobre su lugar a su lado

Antoinette
Carta de Etienne P. a Antoinette, 22 de enero de 1866:

«Me abro a Ud., hija mía, debe verlo, Ud. hacelo mismo por su parte; eso es garantía de un buen y duradero entendimiento.  Estoy convencido de que será así hasta el final, hasta que hayamos cumplido nuestra tarea»

Etienne
Carta del P. d’Alzon al P. Pernet, 11 de septiembre de 1849:

« Puedo asegurarle, mi querido amigo, que está muy equivocado al considerarse como un extraño entre nosotros […], y le aseguro que yo le considero como un hijo al que quiero con todo mi corazón. »

 

Un lugar

Antoinette : Paris, un taller de costura
Etienne : Vellexon (Franche-Comté), pueblo natal

No se tomó ninguna foto de este taller de costura, donde la joven Antoinette trabajó antes de convertirse en directora de un orfanato. Allí comenzó una vida ya orientada a la ayuda y el cuidado de los demás, especialmente de los más necesitados.

Etienne fue marcado por su infancia, y era muy cercano a su madre. Creció en una familia profundamente cristiana y reconocida por su honestidad. Fue en la iglesia de Vellexon, durante una sesión de catecismo, que el joven Etienne sintió por primera vez un llamado al sacerdocio

Un escrito

Las dos citas elegidas muestran el amor y la compasión que los fundadores demostraron hacia los más pobres, pero también el respeto que, según ellos, era importante expresarles.

Antoinette

Carta a la Sra. Tubino, joven paciente atendida por la Madre María de Jesús, febrero de 1869:

«Me siento, pues, feliz, sí, muy feliz en este momento de poner a su disposición esta inmensa necesidad que se ha dignado suscitar en mi corazón de compadecer todos los dolores y todos los males y de esforzarme por todos los medios en aliviarlos. Así pues, mi querida hija, si tengo la suerte de poder hacer algo por Ud. tiene derecho a mi gratitud, ya que trae un gran consuelo a mi corazón».

 

Etienne

Instrucción del 19 de julio de 1894:

« Vuestra predilección debe ser por los pobres y no sólo debéis respetarlos, sino amarlos con un amor (…) que no tendrá límites por su dignidad que derivan del hecho de que Nuestro Señor quiso ser uno de ellos y el primero entre ellos. »

Un manuscrito

Antoinette

Etienne

Carta de Antoinette Fage a Etienne Pernet (22 de enero de 1866)
Carta de Etienne Pernet al Padre d'Alzon al día siguiente de su ordenación sacerdotal (4 de abril de 1858)

extractos:

« No encuentro nada que me moleste en la dirección que está dando a nuestras queridas hijas. Nunca será demasiado suave con ellas, pues es mejor ser amado que temido. »
« Mi amado Padre, he estado esperando este momento en el que podré derramar en vuestro corazón mi más sincero amor. ¡Aquí estamos, sacerdotes del Señor, Sacerdotes in aeternum! ¡Qué felices somos! »

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