El tiempo de la cosecha-Canadá
El otoño es el tiempo de la cosecha. Así ha sido para nosotras en este año 2019.
En el momento en que el gobierno tomaba a su cargo el cuidado a domicilio en Quebec y ponía en marcha el proyecto de los « Centros Locales de Servicios Comunitarios », nuestras comunidades han sido puestas a contribución y varias de entre nosotras han ayudado a la puesta en marcha de este servicio a la población.
Para permanecer en contacto con las familias y el barrio, la creatividad de las comunidades se ha multiplicado. Así han nacido diferentes organismos donde nosotras estábamos presentes y estos han sido continuados por las personas del lugar después de nuestra marcha.
En el otoño del 2019, el Centro de Animación Familiar en Gatineau celebró sus 45 años de existencia en el barrio del Ruisseau.
L’HIRONDELLE festejaba sus 40 años: es un Servicio de acogida y de integración de los inmigrantes que Hna. Kateri (Mariette Roberge), en colaboración con el Arzobispado de Montreal, trabajó en organizar con dos mujeres sensibilizadas por la llegada masiva de refugiados y de inmigrantes que procedían sobre todo del sud-este asiático.
El 21 de septiembre, la dirección del Baobab Familiar se movilizó para celebrar el 20avo aniversario de este organismo que reagrupa familias del barrio Côte-des-Neiges en Montreal. Estaba prevista una entrevista con las fundadoras para que estas relataran la historia del Baobab Familiar. Con Mireille Fortin, Liette Nobert y yo misma, asistimos a una Celebración Homenaje rebosante de reconocimiento y de alegría.
El Baobab Familiar
El Baobab Familiar nació en este barrio Côte-des-Neiges donde vivía una comunidad de H.A. Una de ellas, Marie-Paule Lebrun (al día de hoy fallecida) tenía el sueño de un lugar de acogida para las familias inmigrantes.
En sus idas y venidas por las calles y los parques del barrio, en sus contactos con los organismos existentes, iba precisando su intuición. Después formó un equipo de trabajo con 3 Hermanitas: Marielle Gagnon, Linda Lee Caron y yo misma.
Además, pareció « significativo » en este enfoque de proximidad, que se uniese una persona laica de otro origen.: Marie-Rosaire, Congolesa, se vio designada para el puesto de dirección.
Un objetivo se precisó desde el inicio: « asociar al proyecto personas viviendo en el lugar a fin de que estas últimas pudieran preparase para tomar el relevo en el momento oportuno.» Se necesitaron numerosos encuentros de equipos, para registrar civilmente el organismo; para definir las necesidades de las familias; para cursar las peticiones de subvención, etc.
Veamos cómo Marie-Rosaire expresa su experiencia:
« Fue sin ninguna vacilación como acepté comprometerme en el proyecto, incluso si no acababa de entender en que me embarcaba realmente. La confianza y la serenidad sobre la base de mis conocimientos y mis experiencias anteriores que venían de lejos me acompañaban, sabiendo también que yo no estaba sola, el equipo estaba presente. »
La Baobab Familiar abrió, pues, sus puertas el 6 de julio del 2018. Progresivamente se pusieron en marcha las primeras actividades tales como cenas comunitarias inter-culturales, la costura, la guardería, sin olvidar el «descanso a domicilio» que era la puerta de entrada para el Baobab Familiar.
Marie-Rosaire define así a las familias acogidas en el Baobab:
« Estas son familias sin muchos bienes materiales, – que ahora se encuentran sin los suyos – familias atrapadas en la tormenta de tener que arreglársela para salir a flote y que viven el aislamiento, y que carecen de las referencias que disfrutaban en su cotidiano. Todas ellas son vulnerables. Lo que necesitan es ser acogidas. » Un lugar de acogida como el Baobab Familiar puede asegurar equilibrio, confianza, sosiego, tranquilidad, y desarrollo.
Gradualmente apareció un personal de cooperadores, cálidos y comprometidos, abiertos a relaciones y encuentros mutuos con las familias. Se desarrolló, también, una atención particular en cuanto a los niños, estos eran una preocupación importante en el corazón de los padres. Se crearon actividades para ellos, en vistas a hacer crecer la confianza en sí mismos y a obtener su lugar en la nueva sociedad de acogida.
Me acordaré siempre de esta visita a domicilio que Marie-Paule había hecho a una madre de familia del barrio recientemente llegada a Quebec, con sus 2 hijos y su marido. La mamá le compartía su sufrimiento, su tristeza por no tener al resto de sus familiares que la confortarían, que la animarían y la apoyarían en esta adaptación que les tocaba vivir. Le decía a Marie-Paule: « yo no tengo familia aquí ». Para mí, estas palabras me han resonado siempre en la memoria y en el corazón, para testimoniar de la llamada y la urgencia de un organismo como el de Baobab.
Con ocasión de esta celebración « Homenaje a las fundadoras », estas recibieron muchos testimonios vividos por los miembros del organismo y trabajadores, voluntarios/as y colaboradores/as. Testimonios de aprecio, de reconocimiento y de gratitud por el «don» que es esta casa. Jóvenes y menos jóvenes vinieron a expresar su alegría.
Al terminar este compartir, doy un gracias especial a las responsables, a los/las trabajadores sociales que han permanecido fieles a la intuición primera y que hoy intentan estar a la escucha de las necesidades que cambian y que repercuten en la vida de las familias, atentos/tas a la felicidad y al futuro de los niños.
Para más información: www.baobabfamilial.org
Madeleine Côté, HA.