Algunos ecos de la peregrinación de Nanterre a Argel sobre los pasos de los Mártires de Argelia

Algunos ecos de la peregrinación de Nanterre a Argel sobre los pasos de los Mártires de Argelia

Monseñor Mathieu Rougé (obispo de Nanterre) quiso organizar una peregrinación a Argel el 6-7-8 de diciembre para celebrar el aniversario de la beatificación de los 19 mártires de Argelia. Estaba orgulloso de tener una «bienaventurada» de su diócesis.

video realizada en español por Hno. Feliu Martín Jiménez, Marista

Así es, Hna. Paul-Hélène cuya familia era de  Neuilly, había estudiado en el colegio de Neuilly y por ello el obispo quería hacer la peregrinación siguiendo sus pasos y los de los otros 18 mártires.  Él decía: « estos 19 mártires han sido como el sacramento de la Presencia del mayor Amor que se hace servidor y vulnerable ». Una noche durante una cena compartida en nuestra casa en Montrouge, nos habló de su deseo de que hubiera una Hermanita en el grupo. ¡Me lo propusieron y yo lo recibí como un regalo!

Salida

Salimos el viernes día 6, 21 peregrinos con el obispo de Nanterre, un sobrino de Paul-Hélène y un pariente de Christian de Chergé. Llegamos a la casa diocesana de Argel en autocar, escoltados por un coche de policía, con sirenas, girofaros etc., lo que acontecería en cada uno de nuestros desplazamientos, a veces incluso con un coche delante y otro detrás

El arzobispo de Argel Monseñor Paul Desfarges, acababa de celebrar una Eucaristía con motivo de las bodas de plata de una religiosa, y la diócesis celebraba también los 150 años de la fundación de los Padre Blancos; fue pues en este ambiente cálido y festivo donde los « peregrinos de Nanterre » fuimos presentados a los fieles para después compartir con todos ellos un buen “cuscús argelino”.

  Por la tarde, el arzobispo de Argel, nos compartió lo que significaba la presencia de la Iglesia en tierra del Islam. Nos impresionó por su serenidad, su esperanza, su amor por este pueblo Argelino: un hombre de paz.

Sobre las tumbas

Desde allí fuimos -siempre escoltados- hacia el cementerio donde descansa Hna. Paul-Hélène, Hno. Henri Vergès y otros mártires. A medida que nos acercamos experimento más fuertes los latidos de mi corazón. Busco y lo primero que encuentro es la tumba de nuestra hermana

Micaela(psa) avec le neveu de S.Paul-Hélène

Allí me embarga la emoción mientras que oigo resonar en mí, como una llamada, esta frase de Paul-Hélène poco antes de su muerte « nuestras vidas están ya dadas ». Siento como una gracia inmensa estar aquí presente en nombre de la Congregación para celebrar la vida entregada de Paul-Hélène y de los otros mártires. Conmigo están presentes todas las Hermanitas de la Asunción que han vivido y en lo cotidiano han dado su vida en Argelia durante tantos años; me siento muy pequeña.

Le hablo de la Congregación, de las jóvenes en formación, de nuestras hermanas enfermas, de la Iglesia. La presencia de Jean, sobrino de Hna. Paul-Hélène, hace este momento todavía más emocionante. Después voy a la tumba del hermano Henri del que Christian de Chergé decía: « Él me parece que pertenece a la categoría que yo llamo « los mártires de la esperanza » : aquellos de los que nunca se habla porque es en la paciencia de lo cotidiano donde derraman toda su sangre ».

Argel

Por la tarde se nos invita a visitar la parte alta de la ciudad para admirar una hermosa panorámica de la bahía de Argel al mismo tiempo que resuena la llamada a la oración del muecín desde la mezquita. Todo esto me habla de Dios, de su grandeza, de su hermosura

Luego vuelta a la casa diocesana donde nos reunimos para la Eucaristía en la que se entremezclan las vidas dadas de nuestros mártires con la de Cristo: pan compartido.

2° día

La mañana del sábado 7, salimos para una visita cultural al Museo del Bardo, que nos facilita una percepción de la cultura de este pueblo, de la belleza de su arte. Después vamos a la Basílica de Nuestra Señora de África. Una vez más, allí nos admira su grandeza y su belleza. Este lugar, cuna de la fundación de los Padre Blancos, es también un lugar donde se reúnen musulmanes y cristianos en torno a María. Encima del coro una inscripción: « N.S. de África, ruega por nosotros y por los musulmanes  «

Notre Dame d’Afrique

La memoria de nuestros 19 mártires está aquí muy presente y podemos descubrir la hermosa misión de los Padre Blancos. Celebramos la Eucaristía en la pequeña Capilla de su fundación confiando a Nuestra Señora de África todo el pueblo de Argelia y toda esta búsqueda de fraternidad entre cristianos y musulmanes.

Después de un buen cuscús, (otra vez) gracias a la hospitalidad de los P. Blancos, nos dirigimos a la Casba, corazón histórico de la Ciudad de Argel, símbolo de la cultura de Argelia con una guía que nos sitúa en esta realidad, su historia, su evolución, sus desafíos..

A la biblioteca Ben Cheneb

Al final del día vamos a ver otro lugar sagrado: la biblioteca Ben Cheneb, donde fueron asesinados el Hno. Henri y Hna. Paul-Hélène. Otro momento de intensa emoción, verdaderamente me siento en tierra sagrada. Une hermana Agustina Misionera después de 20 años tomó el relevo para continuar  esta hermosa misión con los jóvenes Argelinos y Argelinas. Ella nos comparte la historia y la misión de esta biblioteca al servicio de la juventud de Argelia. Nosotros nos sentimos muy pequeños y al mismo tiempo llamados a continuar construyendo esta fraternidad sin exclusiones, allí donde vivimos.

Bibliothèque Ben Cheneb

De vuelta a la casa diocesana, un tiempo de oración, animado por el obispo, nos permite releer con serenidad lo que acabamos de vivir para depositarlo en las manos del Señor.  Luego, una lectura del testamento de Christian de Chergé –Prior de los monjes de Tibhrine- nos prepara para el encuentro del día siguiente.

3°día :Thibhirine

El domingo 8, aniversario de la beatificación de los 19 mártires y día de la Inmaculada Concepción, a las 7 salimos hacia la Abadía N.S. del Atlas de Tibhirine, a 2 horas de camino de Argel, siempre bien escoltadas por la policía y la guardia, al son de la sirena y los girofaros encendidos, para sortear los embotellamientos. Las laudes rezadas en el autocar preparan nuestro corazón. A nuestra llegada somos acogidos afectuosamente por el P. Eugène, superior de la comunidad del Camino Nuevo.  (Actualmente, una comunidad del Camino Nuevo ha tomado el relevo del Monasterio).

Allí también me invade la emoción por estar sobre las huellas de los monjes.

Tenemos un encuentro con el P. Eugène, y su comunidad, que nos narra la historia de los inicios del Monasterio hasta nuestros días, pasando por los acontecimientos del secuestro de los siete monjes seguido del asesinato, con lo que nos coloca en este movimiento de vidas entregadas.

Llueve, pero esto no nos impide irnos a recoger ante las 7 tumbas. Momento denso de gracia. La misa en la capilla donde los monjes rezaban cada día, nos hace encontrar todo su sentido eucarístico. 
Después de una comida fraterna, es hora de ir al aeropuerto

Mi corazón rebosa, y el Magníficat surge como un canto de acción de gracias. He sido testigo de las maravillas del Señor, testigo de estos lazos de amistad tejidos entre musulmanes y cristianos hasta dar la vida por amor. Es una llamada a arriesgar, a tejer vínculos de fraternidad para ser nosotras también testimonios del Amor de Cristo y poder anunciar la Buena Nueva.

En el curso de estos tres días habiendo percibido lo que han sido la perseverancia y la fidelidad de estos 19 religiosos en el corazón de la violencia, he vuelto a casa vigorizada por su testimonio, fortalecida en la «invencible esperanza» del Reino a despecho de los obstáculos de toda naturaleza, fortalecida en el deseo de vivir como Paul- Hélène lo que el P. Pernet nos dice: « Que sus actos hablen Jesucristo »..

Hna. Micaela De Wilde, Comunidad de Montrouge

tombe

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